El director Jon M. Chu analiza la evolución del panorama cinematográfico, desde el marketing viral hasta el impacto de la IA, en una entrevista reciente con WIRED. Su experiencia con Wicked, la adaptación de Broadway con mayor recaudación en la historia de la taquilla, demuestra cómo los éxitos de taquilla modernos requieren algo más que una historia convincente: exigen una presencia estratégica y multiplataforma.
De MySpace a TikTok: la evolución de la participación de la audiencia
La trayectoria profesional de Chu refleja el auge de las redes sociales en la promoción cinematográfica. Recuerda haber aprovechado MySpace para sus primeros trabajos Step Up to the Streets en 2008, reconociendo la capacidad de la plataforma para llegar a audiencias internacionales. Más tarde, con Never Say Never de Justin Bieber, fue testigo de primera mano de cómo la interacción en tiempo real a través de Twitter podía generar expectación incluso antes de que comenzara la producción. Este patrón continuó con Wicked, donde los momentos virales, las amistades de celebridades (específicamente Ariana Grande y Cynthia Erivo) y las colaboraciones estratégicas de marcas se convirtieron en parte integral del éxito de la película.
Conclusión clave: El público ahora interactúa con las películas antes de su estreno, lo que influye en el reparto, las decisiones creativas y las estrategias de marketing.
La presión de las expectativas y el riesgo creativo
Producir Wicked implicó navegar por un intenso escrutinio por parte de múltiples bases de fans: puristas del Mago de Oz, entusiastas de los libros y devotos del teatro musical. Chu enfrentó críticas por dividir la historia en dos películas, una decisión impulsada por su deseo de mantenerse fiel al material original a pesar de las preocupaciones del estudio. Esto ilustra una tendencia más amplia: los cineastas están bajo presión para equilibrar la visión artística con la viabilidad comercial en un entorno hiperconectado.
“Tienes que mantenerlos informados sobre cómo nos estaba yendo. Y luego, a estas alturas, es, ‘Está bien, vamos a salir. Déjame presentarte lo que hemos hecho y escuchar a estas chicas y lo que han hecho'”. — Jon M. Chu
El futuro del cine: IA y más allá
La conversación también abordó el papel de la inteligencia artificial en el cine. Si bien reconoció el potencial de la tecnología, Chu enfatizó el valor irremplazable de la creatividad humana y la resonancia emocional. Su equipo se unió intensamente durante los cinco años de producción de Wicked, sorteando el escepticismo, la reacción de los fanáticos y la presión de entregar una adaptación definitiva. Esta experiencia compartida subrayó la importancia de la conexión humana en una industria cada vez más automatizada.
La industria cinematográfica ahora requiere que los cineastas no sean sólo artistas, sino también estrategas culturales, administradores de redes sociales y embajadores de marca. El éxito de Wicked demuestra que los éxitos de taquilla modernos exigen un enfoque holístico, que combine la ambición creativa con una participación implacable de la audiencia.
