Mi iPhone Wallet guarda mis pases de tránsito, entradas de teatro, todas mis tarjetas de pago e incluso me permite pasar rápidamente por el torniquete de mi gimnasio con un toque. Utiliza Bluetooth a la perfección y solo requiere proximidad o una mirada rápida hacia mi cara para desbloquear sus funciones. La seguridad es sólida gracias a la autenticación biométrica y no necesito buscar tarjetas de acceso físico.
Entonces, ¿por qué sigo sacando una voluminosa llave metálica al entrar en mi vehículo eléctrico?
Es más que una simple llave vieja; Se trata de un sofisticado mando electrónico que desbloquea el vehículo con señales de radio, sin necesidad de pulsar ningún botón. Sin embargo, sigue siendo un cuadrado de plástico lleno de gérmenes, que se extravía fácilmente y que luce el logotipo de una marca que ya no necesito publicitar. Honestamente, hace años que no lo necesito.
El futuro de la entrada sin llave no es teórico; está aquí. Los propietarios de BMW han estado usando sus teléfonos inteligentes como llaves de auto desde 2021 a través de la función Car Key de Apple (a la que se unieron más tarde Audi, Kia y Hyundai), mientras que Tesla dejó de usar llaveros con el lanzamiento del Modelo 3 en 2017. Los nativos digitales más nuevos como Rivian y Polestar siguieron su ejemplo. Incluso Ford, conocido por su enfoque tradicional, se está sumergiendo en el mundo digital, aunque acaba de lanzar una hebilla con temática occidental de 200 dólares para sujetar su voluminoso mando si desea una experiencia analógica.
Accesibilidad de claves digitales: más allá de los coches de lujo
Ya no se trata sólo de marcas premium. El mercado de repuestos se ha puesto al día. El dispositivo MoboKey puede convertir cualquier teléfono inteligente en una llave digital, y los dispositivos de KeyDIY imitan los códigos variables utilizados por los llaveros tradicionales para evitar el robo de señales.
A pesar de este claro progreso en la tecnología digital, la mayoría de los conductores no han abandonado sus llaves físicas. ¿Por qué?
“La mayoría de las personas se muestran reacias a prescindir de la copia de seguridad física de una clave real”, explica Sean Tucker, editor en jefe de Kelley Blue Book.
A esto se le suman hábitos arraigados e incluso apegos emocionales. Stefan Gössling, profesor de la Universidad Linnaeus en Suecia, autor de La psicología del automóvil, lo expresa de esta manera:
“La llave de un auto está llena de significado… Hacerlas sonar les da a algunos automovilistas la oportunidad de mostrar su automóvil, incluso si el auto no está cerca. Las llaves del auto también son reconfortantes para algunos, un recordatorio físico de que su vehículo está ahí para llevárselo; para protegerlo”.
Claves digitales: el caso del cambio
Para muchos, los beneficios de las claves digitales superan los vínculos sentimentales:
- Compartir: Comparta fácilmente el acceso con personas de confianza (piense en adolescentes que piden prestado un automóvil) sin tener que entregar físicamente una llave.
- Comodidad: Olvídese de extraviar mandos voluminosos o de buscar en su bolsillo durante el clima frío. Controle todo desde su teléfono, incluida la programación del control climático.
“Puedes realizar muchas acciones (como programar el aire acondicionado) presionando botones configurables en un llavero, pero ¿quién tiene el ancho de banda mental para memorizar esas secuencias?” pregunta un experto. “Es mucho más fácil hacerlo con un teléfono inteligente”.
* Efectividad en función de los costos: Las llaves digitales eliminan la molestia y el gasto de reemplazar los controles remotos perdidos o dañados (¡un reemplazo del BMW i8 puede costar hasta $650!). Además, muchos teléfonos inteligentes ofrecen funcionalidad de llave digital durante períodos prolongados, incluso cuando se están quedando sin batería.
¿Un estándar universal?
Los obstáculos para una adopción generalizada no son enteramente tecnológicos. Los fabricantes de automóviles no se han decidido por un estándar único y universalmente compatible para las llaves digitales, lo que dificulta la interoperabilidad y la facilidad de uso entre diferentes marcas de vehículos y plataformas de teléfonos inteligentes. El Consorcio de Conectividad del Coche (CCC) pretende solucionar este problema. Su Certificación de Clave Digital tiene como objetivo garantizar que los usuarios puedan acceder de forma segura a los vehículos, administrar claves digitales, compartirlas con otros y encender sus motores, todo ello mientras cumplen con rigurosos estándares de seguridad que previenen ataques y accesos no autorizados.
La CCC ya ha ganado fuerza con el apoyo de importantes actores como Apple, Google, Samsung, Ford, GM, BMW, Honda e incluso varios fabricantes de automóviles chinos.
“La interoperabilidad es lo que permite compartir fácilmente una clave digital con amigos o familiares”, explica Alysia Johnson, presidenta de la CCC.
Es probable que el futuro no esté completamente libre de fob. Algunos conductores se aferrarán a la sensación física de las llaves metálicas por su comodidad psicológica y su atractivo como símbolo de estatus, pero para la mayoría de los demás, la conveniencia, la seguridad y los beneficios de acceso compartido de las llaves digitales las convierten en una alternativa convincente a la tecnología obsoleta.



















































